viernes, 26 de septiembre de 2014

En la Sala de Esperar

Adormilarse con los puesto en ese mismo instante en que la otra opción es apegarse al glutinoso  revenir del futuro señalado, adoquinado perfecto y línea recta, visibilidad de ensueños y tentadoras estaciones de descanso en las que la pereza se regocijan en buena compañía. Vándalos, princesas y fangoso suelo de apariencia cristalina, de agua digna de beber sin rechistar, sed calma, mente calma, mieles de un panal usurpado, hurtos del “buen hacer” risas de sirenas que suenan a canto, brisa que huele a tierra mojada de tormenta de verano. 

Y sentarse... ni de ráfagas de bienhechura ni de hilvanados  ribetes de mantel bordado por quien sólo sabe de la vida cómo hilvanar manteles...


Sedosa, plácida en sus finales, desaconsejada en emergencias; emerges.
Labrada sólo en comisuras, nociones de árboles caídos, sangrandose a hojas,
Invade los flancos eclipsados, en su carro rueda desavenida de fabricar derivas
sin celo en unos modales de un espacio que inmoderado vence; sólo a veces…

jueves, 3 de julio de 2014

Zona 0

Fuegos acondicionados, sedados, vencidos, vendados,
los ojos rasgados, felinos, de ultramar acorazados,
las manos... vencidas obrando milagros
en las mías se han afincado cediendo el tiempo al tiempo,

desvainando la miga y deshojando pétalos caídos;
ya sólo aspiro a mirarte a los ojos, y que me veas
así  sin espejos, sin la mirada falsa de un sueño impostor

y sin lo sucio que hay en la mirada del alevoso.

Quisiera ahora desgranarte por antojo, 
y a ti removerte, acicalarte los ojos
para que así veas tu sueño.

martes, 17 de junio de 2014

Arrullos de Cuna

Imaginar que he vivido
un sueño
que de vívido exaspera
desespera...
Pendiendo borrego de un rastrillo
macerándose de polvo y simiente,
vacilando, dejándose alcanzar;
perdiendo el rastro que antojé
a pie de página, río al que volver.
Tras aviesas vueltas del camino,
aflojando la espera,
nudo de enredadera
haciendo y deshaciendo…

Este frío estrío
en surcos de tu piel arrodillada
no de frente;
junto a un altar de flores marchitándose
reflejo velado de uno mismo.
¡Por qué buscas tal camino,
el del añojo extraviado
formulando un viento perdido?

Lóbrego embrollo, que no enigma,
que sí mangante sin guantes
cavilando robos sin sentido;
de la luz que desprende mi noche
sombreado hueco para holgar.
Vida de sueños, vida sin sueño,
la vida es sueño vívido, dentelleado,
glosa centelleando.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Sugerencias

Claridad; y al día tropezar,
perla en tu vientre
en tus rincones desmedidos;
pureza de extrañeza tibia,
no roída, no adulterada,
ni vencida por humos ingratos
descansa como hojarasca en otoño
desparramando bellezas,
ahogando el hálito en la espera,
adormeciendo los dolores de la noche
en su noche espesa.

Cobijados tesoros tras la piel
iluminan como lucero en la noche
cerrada de una noche de mayo
ígnea umbría.

lunes, 28 de abril de 2014

Colgado

Baldío olvidado,
isla postiza que inventando
que soliendo de dudas...
coceando rapapolvos
en suelos arenisca de viento,
arañando la nuca de un tiempo
que no da la espalda;
sólo tiempo ha pasado.

Vacuo, insaboro, triste,
porque eres triste,
y de tu cornisa de ala ancha
oscilan suspendidos tres cuerpos.
Y en tus ojos se acumula un rumor
de aguas estancadas,
corruptas,
complacidas de un algo que desinfla.

viernes, 28 de febrero de 2014

Ígneos

Inerte materia sólo,
carne pudriéndose
contra piel corrompida;
corrompiéndose sudor
desvaído de vida,
desabrido recuerdo...
papel de lija
rasguñandome por dentro,
dejando dentadas fauces
de comer cabezas,
de remover recuerdos
y romper heridas
romperse la noche en mil...

Este quebror, viña sin ti,
las riendas de un sueño acongojado,
pasmosos tientos de engañar al ánima
desanimada, parte y forma del engaño,
forma parte de un peldaño
de escalado porte de camisa.

Abrirse en canal sólo para gusto ajeno, dejarse vísceras fuera en el intento de recomponer, de deshacer el daño, pero ese no se arregla con agujas e hilo, con camisa de fuerza puede ser, porque de estas no se sale ileso. Como condenado a muerte, cuchilla en cuello, vientres hinchados de puro infecto, pestañas postizas y seco de mirada seca.

Aguanta un poco que verás decaer, vas a ver cómo derrumbo lo poco que queda, los resquicios de un dolor primerizo para el que no hay defensas, sin muros de contención todo brota, la hiel se derrama en mis labios que beben con ansias de cuando niño, de cuando nada más fue conocido, de cuando el mundo eran dioses y reliquias. Vuelta al dolor primigenio, a la soledad de uno mismo cuando no ha sido aprendido al amor, a la tristeza del dolor ajeno, a la ventisca de las alegrías que compartidas se amplifican como los miedos en soledad, creciéndose por las paredes como enredaderas tras la lluvia, lluvia de soledades, de corazones desgarrados del pecho, descarnizados, recolocados, desconstruidos, reatados a la vida y moviéndose al compás de un dolor que no es más barco de pasar la tempestad, tripulación perdida, ni timón, ni timonel, ni cañones por banda ni bandera pirata. Sólo un músculo ........., duro invierno sin pesadillas de no dormir.