miércoles, 7 de mayo de 2014

Sugerencias

Claridad; y al día tropezar,
perla en tu vientre
en tus rincones desmedidos;
pureza de extrañeza tibia,
no roída, no adulterada,
ni vencida por humos ingratos
descansa como hojarasca en otoño
desparramando bellezas,
ahogando el hálito en la espera,
adormeciendo los dolores de la noche
en su noche espesa.

Cobijados tesoros tras la piel
iluminan como lucero en la noche
cerrada de una noche de mayo
ígnea umbría.