viernes, 26 de junio de 2015

Luz de Invernadero

Erial en mis dominios,
agotado,
amputada fecundidad,
a colación de un santo que dijo que él vió,
que él oyó y por eso hace,
pero que dice no hagas, no sientas, no mires,
por no concebir pecado...
vende tu hombro al peso
de madera de carcoma.

Siniestro gravitar de acomodado venirse encima los años;
frutos cayendo azotados,
valga la voluntad
vendida arriba...
zozobra abajo.

Zozobrante el ánimo se dispersa, se disgrega, cuajarones a flote movidos por flujos, torbellinos, aguas negras... Arenillas pestilentes ancoradas donde a falta de hacer pié uno se enfanga hasta los tobillos.