miércoles, 27 de julio de 2016

Conclusiones Precipitadas

En ti la vida sosiega el vino de los días; de esos de bailando en la calle,
de ojos que por fin se miran al final de nuestros caminos desencontrados.
Después de girar en mil curvas hacia el lado equivocado que la curva decía;
después de sentirte futuro aquí dentro conmoviéndome miradas de cauta.
Montañas y precipicios,
montones de nadas por los rincones;
en anarquías sin diván,
que ahora se arden los unos a los otros;
de uno en otro divagar,
y los hilos sesgando pensamientos.
Las tracas de inicio de fiesta también;
tantos y tan poco,
esa cálida sensación de manos y virtudes
y las faltas del incendio y evidencias de son en son;
de decirte tanto...

 


Las semillas, las piedras… a veces, nos sirven para adoquinar el paso.

sábado, 9 de julio de 2016

¿Cómo Saber Cuándo Estás Ganando o Cuándo Perdiendo?

Si el miedo se viene al paseo ese de media tarde cuando cae el sol y los naranjas se cuelan hasta mi cuello entre las hojas, y tu mano tendida duele y no, y mi cabeza está y no, como siempre… Si se viene el corazón se atenaza un poco como si se lo quisieran robar así con dedos invisibles de caricias perdidas y palabras que nunca me dijeron; de esas que yo misma rara vez descaro decir.

Entre cuatro paredes, entre dos cuerpos que adolecen faltas graves contadas por mares a falta de dedos, mis pensamientos están avivados por el aire que rodea el tuyo cuando te dejas los disfraces y has soltado ya los 7 males y sólo te dejas descansar vencida sobre sea lo que sea pero en grandes dosis; cada cual tiene su y sus dosis.

Y me la paso en cobardías en cada rato de no estar contigo y de pasarlo aquí conmigo y con este sentimiento de falta acuciante de aire para exhalar el humo y con él las penurias del barro de pelea y la caía de párpados plomizos del que es insomne por lujuria de por dentro. Y por fuera, pleno al 8 y a toda vela destrozar a bandazos los fardos cenicientos que me acarician las manos, dolidas de amontonar realidades.