lunes, 21 de junio de 2010

Desde mi pedrusco cadencioso

¿Por qué las palabras que más debieran ser dichas se atragantan entre las excusas para seguir no siendo?; forma supuestamente digna de irse marchitando lentamente, proceso paralelo, rastro no estudiado de los años sobre los ojos, ultrajado río que de tan caliente no guarece ni amamanta. Maltratadas son las notas de alivio que se desprenden desde lo íntimo, vanas las caricias pasajeras, injustas las inexactas, fingidas o simuladas
















Así es que se descubre el silencio y su poder. El de decir más que las palabras. El que domine la palabra puede alcanzar el poder social y económico. El que domine el lenguaje del silencio caminará sobre el sentido de todo lo demás

Sólo sé que el decurso de los días aprieta hasta los nudos mejor hechos en inapelable trayecto hacia la quietud. Y que enfrentar todas esas circunstancias aligeran la marcha; cada una de ellas es un paso hacia la liberación

domingo, 6 de junio de 2010

Subconjuntos; en los grandes conjuntos se reúnen

Ranciedades que retoman el frágil vuelo que vierte el candor de noche de verano... rodeando pensamientos de suave murmullo que tornee de frentes tensadas atardeceres rojos de vida, de hiel que arrebaña los ojos en días de largas mustias en red de hojas que dejándose coartar las unas sobre las otras beban olores de tierra, de rechinar de dientes otro maná

Se han parido tras sucios retazos de olvido y recuerdo un tiesto donde asentar flores que no mustien la vista. Señero y vaga madre con caminos de incienso y horas, prosperidad de vientres fecundados con dudoso augurio de felices para siempre; más asomarse a la vista cavernosa de los otros intentando encontrarse entre ronroneos y tantos por ciento, evadiéndose del erizo vaho y rehallando la marca que marca la línea de meta

Oyendo las mismas chorradas, viendo los mismos dolores y sintiendo el mismo tedio del estanco, en primavera