Ese momento en que confías,
en que tu mirada se ve frágil
y el andar pende de un hilo.
Derrumbe escaso a la vista,
la muerte apremia desde hace,
ya no aguanta llamada perdida,
pérdida, ave de pasos,
ávida de unos pasos de ti,
de un seguro de día,
y un mañana sin incierto,
ya, por fin...