Como las olas, como las rutinas a un día sin color,
se llegan las hojas a enraizar a un pie de página,
a unas manos tejiendo recuerdos de aquellos días,
roscas pasadas, planetas alineados y pecados por cometer.
Coge este brazo de cenizas que el viento se derrama,
y las hoces del tiempo rondan mis pensamientos,
mis cien voces, mis ganas de parar el reloj a manotazos
y arrebatarte con sorna el sol, dejarte entre pieles.
lunes, 1 de octubre de 2018
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