Adivinar en prosaico,
vender arrebatos, varas llenas de orificios;
es como perder la mente, la risa, los cielos,
en el armario de los descuidos.
Armas y consabidos
de este duelo sin gozarse el luto;
minando…
Compendios y fundamentos para un nada,
agarrado a esos pechos
vigilo la mano;
a la marca, leños y virtudes,
a sorbos lentos...
lo bueno me llega lento,
como siempre el zaguero;
último mono vendiendo verdades,
un sueño ajado sin fin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario