Las vidas con ese sin,
vainas, maletines, y acertijos;
con cielo oculto y brisa
en el verano del tiempo,
lidiar a punzón la escena
y salir inerme,
victoria no certera,
con la impresión de vagueza,
e impedancia,
y el ritmo que desencadena,
frenético… conocido,
y aun así…
lo practicado en tres modos,
un destino apócrifo,
muerto de ayer,
como esas sombras
que son de día y de noche,
siempre de la luz,
aliando peligro y suspiro,
entallando raíles.
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