viernes, 1 de octubre de 2021

Misterios Sin Resolver

Cuándo una sonrisa es luz en ciernes, cuándo pedazos de sin sueño sin sabor, con lo que me gusta a mí uno bueno, un reírnos hasta que duela; y el duelo se lo lego a la noche de sola, y de querer ser aire de inhalar profundo, más que este vértigo de caer hacia ninguna parte, hasta ese cajón roto que desvencija por ser flor de inviernos acarreante de hielos y otras muecas.

Supongo que en esta continua e inapelable veleidad se afinca la dulzura, lo condenado a perpetuo; y arrastrarte a la gloria es un juego de niños disfrazados.

Una puta pena en la que nos falta el sentido y estorban rasillas y jinetes.




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