sábado, 27 de enero de 2018

Tardes de Invierno sin Niñas Bien

con menos nos han podido
las fuerzas ocultas
indispensables,
impensables
y los ánimos
vencidos

hoy siento de abejas amaestradas
llevando su miel a cuestas
al matadero
me siento más aún
belleza inóspita
atrayente y repugnante
mezclo con los dedos
los restos de seso
de fulgor
mares arrebatándose los ojos
escudriñando ese último momento
cuando todo ya no fue
nada más allí.

las uñas llenas de hielo
de arañarme la cara
buscándote en el dolor
que dejaste al marcharte

pero sólo vuelve el recuerdo,
ese insufrible,
ese inapelable
marcado de deseo

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