Eso que deberíamos de hacer, ese camino, peso, dolorosa llaga que nos recuerda que hace ya que nos distrajimos del camino entre vicios, vaguedades, absurdos y personas. Volver es la cuestión; a donde nos quieren y cuidan, a donde la tierra es fecunda y crecemos, y miramos nuestro paso y sentimos amor por todo y sobre todas las cosas.
El camino de vuelta al camino. La sinuosa danza de quitarse velos de sociedad, complejos, disfraces y deberes.
Eso es para mí la valentía. Cada huella con que rubricas tu paso, cada mirada cómplice, cada rato que regales sin nadas a cambio...; cada pasito más lejos del infierno, siempre hacia adelante.
viernes, 2 de febrero de 2018
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