De consuelo y cerillas,
yo apago la luz de un espero,
con ánimos y aséptico vivo,
asceta, así debuta de frío,
diverso y exultante,
insultante en algunos,
fuelle ártico,
peinando canas bien adentro;
cuida tus medias,
tu medida y largos,
y cortos de dejarse,
dejarse impresionar,
presionando el paso,
hasta allí al fondo,
centro mismo donde igual va de sí,
y perdemos compostura,
donde cosas mueren,
en forja, tripas...
le doy la vuelta
y mil vueltas,
no debió, no... igual, quien sabe...
cabezas de alfiler,
y viñas sin señor;
esos son de hoy
bastos pasillos,
luces y andar entre tanto claro
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