Afectos es la sangre
estancada a un palmo del suelo,
en donde mis sueños tocan techo,
en donde a la par,
sin sincronía,
en aparente calma,
desdichada de un poder,
que ni empodera,
ni te da qué poder;
cuando hablamos de dentro,
y sobra afuera,
en las afueras,
la bestia acecha,
sólo a quien la mira de frente,
inocua para la que esquiva,
decidido armario y suelo;
dios, qué nada pega esperar la mano
deseando el ancla.
estancada a un palmo del suelo,
en donde mis sueños tocan techo,
en donde a la par,
sin sincronía,
en aparente calma,
desdichada de un poder,
que ni empodera,
ni te da qué poder;
cuando hablamos de dentro,
y sobra afuera,
en las afueras,
la bestia acecha,
sólo a quien la mira de frente,
inocua para la que esquiva,
decidido armario y suelo;
dios, qué nada pega esperar la mano
deseando el ancla.
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