Esta mano viviente, ahora cálida y capaz de asir con firmeza, si estuviese fría; Y en el glacial silencio de la tumba, hasta tal punto obsedería tus días y helaría tus noches soñantes, que tú desarías que tu propio corazón se secase, así en mis venas la roja vida podría fluír de nuevo, y tú, calmada en tu conciencia -mia mi mano, aquí está- Yo la tiendo hacia ti (John Keats)
si..que me lo digan a mi..,nos levantamos para aprender a caer con la suficiente fuerza como para caer de pie..
ResponderEliminarA veces el secreto de las cosas esta donde menos lo esperas... sigue este enlace ;)
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=6G76maV7rGY&feature=related