lunes, 17 de agosto de 2009

Noches más de agosto...

Otro verano más que se me escapa como agua por sumidero, sin destino concreto, condenado a indistinguirse en masa amorfa como ciudadano por la calle o como una colilla más en un cenicero rebosante; da igual que seas nobel, fortuna o lucky, irás a la basura de todas maneras rodeado de tu ceniza y la de tus semejantes, indistintos irremediablemente.

De hecho, cómo distinguir entre las personas con las que te cruzas, con las que tratas, quienes son el punto de inflexión y cuáles otra más entre el barullo de voces, palabras y silencios. Cuánto tiempo se tarda en conocer, cuánto en confiar o concluír que es lo que una busca o le vendría bien.

Incesantes, ciertas maneras no cesan ni cambian su rumbo. Pero en pocos minutos puede alterarse su realidad y no dejarse ver, no ser, o ser un engaño a los ojos de quien no quiere ser visto y se oculta tras la cortina de la inexpresión.


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