lunes, 25 de enero de 2010

Un fruto extraño

Y más tarde, cuando un gallo despierta la noche para nacer en el viento que la borra hasta desdibujar otro día sin más. Estúpido sol, para qué te arreglas los días nublados?

Que cuando llegue me pille escondida, cubierto ya de la ceniza de haber quemado hasta la penúltima idea estúpida, y hasta uno más de tantos intentos infundamentados por alcanzar un sueño u otro


Blanca la cima, la encima, y las manos que las buscaron sin levantar la mirada de la sombra, que todas ellas proyectaban sobre todo lo demás, sobre mares con peces, corales y olas en miniatura, tejiéndose aún hoy tapiz de tiempo casi remoto, casi roto por el tiempo

Miles de cosas por hacer y miles a las espaldas ya hechas; recuerdos desmigados haciendo camino sobre tierra y arcilla, reencontrándose pistas que no se haya comido todavía ningún bicho, buscando el lenguaje "correcto" pa que se me entienda

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