miércoles, 10 de febrero de 2010

Con este título no quiero decir nada de nada

Depende de todo, del día, viento, temperatura y humedad. Las noches llegan siempre después de cada pequeño tormento; aunque duda, la vida en la sombra retuerce hasta músculos hechos de fiereza, indómitos de creerse siempre a la defensiva, con el equipaje preparado para la huída hacia sí mismo después de peleas de calle vencidas

Las modas vuelve, los hábitos nos visitan cuando los creíamos esquivados y algunas reacciones que persisten en el aire para mostrarnos la magnitud de las normas que vierten sobre los hechos su capa de uniformidad (que a lo mejor es lo que algunos llaman el sentido de la vida)

A vuelta y media con su destino, que no le gustó lo que vio, que sus entrañas estaban ya carcomidas por el odio que le daba de respirar aires que no eran los suyos, perfume de flores malolientes y el vinagre del caldo mal cuidado

Algunas cosas son tan complicadas como complicados somos nosotros

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