Cuando pueden ser concretadas en un espacio de tiempo una de esas situaciones que no acompañan, el ánimo que chirría, todo lo que no quisimos revivir levantándose a nuestras espaldas, las horas invertidas en balde, lo vital reformulado con piezas de desguace y una certeza vaga de animadversión hacia lo obrado esquivando el instinto…el flirteo con la auto-incomprensión caprichosa puede subyugarnos sin pretextos (esclarecer es derecho y obligación para con uno mismo) Resultantes de todo ello, mínimo insólito; singularidades que uno va apreciando como se merecen, asimilando desemejanzas que logran ciertas coherencias con forma de equilibrios veleidosos que no dimiten
El tiempo pasa, y la duda avanza generando lagos de memoria, vencimientos que por tedio se repiten cada vez de forma más acelerada, vientos que no llegan a refrescar ya que sin tocarnos pasan por nuestro lado avivando llamas ajenas
Horas de luna y días ásperos se pasan semidulces como los melones a final de temporada, como caricias que no llegan, o miradas descuadradas, o límites mal definidos que traen periódicas nublas ecuánimes como el delirio, en inmortal asincronía
Como banda de música sin director, a veces pasa el tiempo sin saber que esto es el todo para casi todos. Y que para abarcar la pequeña parte de valor cierto hay que esmerarse para verlo y perdurar para conseguirlo
lunes, 24 de mayo de 2010
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