Cómo ahogan tus perfiles definidos e indefinidos;
tu manto de incertidumbre cubriendo montañas
de retama plateada y raíces oxidadas
deshilando astillas en
azorada añoranza;
tanto sentido para
ceñirse a un suelo sin anzuelo ,
pero con cientos de escapatorias subrepticias.
Tanto musitar estrellas para callar un ciego latir
del polen dejándose bailar por el viento.
Tanto y tan poco…
Es igual que no ser
imposible ser tiento en tu ventana,
ese frío que te mueve
la nuca hacia delante
dejando atrás pisadas minadas hasta de historia;
llenando espacios
inútiles con apariencias,
flores de plástico para esos tiestos de balcón
de soledades mudas y
riesgos encontrados.
Fogueo de inquietudes
y veleidades conmovibles...
A ningún paso de haber vencido al tiempo sin el más mínimo
argumento.
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