jueves, 26 de febrero de 2009

Recuerdos de mil veranos

Espero paciente su llegada temprana
Imito otras veces, sonrisa escondida
Como abanico sintiéndote el aire
Acaricia, suaves olores de otras vidas

Llévame hasta el sol con tus manos,
De viento cálido decadente me peina
Con delicadeza de pluma, osada siempre
Piérdeme más entre sardones y encinas

Cuando frutas endulzaban la tarde
Cinco o seis escaleras llevaban al cielo
Hiedra virgen cubriendo paredes
Y perros viejos olisqueando el suelo

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